En 1925, el fundador de Superga, Walter Martiny, se da cuenta de las huellas que deja su mujer en el suelo después de sus partidos de tenis. Las zapatillas que lleva tienen suela de lona y, debido a esta característica, son resbaladizas y no duran más que unos pocos partidos. Aquí surge la idea: aplicar a un zapato la técnica introducida por Charles Goodyear para los neumáticos a finales del siglo XIX. Así nace la primera zapatilla deportiva del mundo con suela de caucho vulcanizado: la clásica 2750, destinada a convertirse en un icono. Precisamente de la textura irregular nace la inconfundible suela "piel de naranja", la misma que sigue caracterizando a la 2750 hoy en día: para todos, la Superga clásica.

Desde 1925, las 2750 son un icono atemporal en todo el mundo. Su característica parte superior de algodón, que las hace extremadamente versátiles, se ha enriquecido a lo largo de los años con una amplia gama de matices y tonos. Disponible en varias versiones, es la variante clásica la que sigue siendo la Superga más querida por los italianos, y más allá.

La Superga 2750 OG retoma la estética auténtica y esencial del modelo de archivo, del que toma su nombre OG - "original". El modelo 2750 OG se distingue del Classic 2750 por el cierre con siete ojales, el zócalo más alto y las dimensiones de la plantilla que dan un corte más masculino a la silueta. Caracterizadas por una paleta de colores cálidos, también están disponibles en la versión Herringbone, la variación de temporada con un empeine con dibujo de espiga.